Reconocen la participación en proyectos de desarrollo humano y profesional destacados
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Reconocen la participación en proyectos de desarrollo humano y profesional destacados
Noticia
Gustavo Abarca
El proyecto "Fortalecimiento institucional a Belén Posada del Migrante, en Saltillo, Coahuila" y el voluntariado "Ponle un Techo a Tabasco" recibieron el Reconocimiento Pedro Arrupe, SJ el pasado 12 de noviembre, en una ceremonia precedida por la conferencia "Los nuevos desafíos ante la crisis actual", impartida por Pedro Arrojo. De esta manera se reconoció el trabajo de los alumnos y sus asesores en labores en las que se combinan los desarrollos humano y profesional.
Durante su conferencia, Arrojo señaló que en el mundo hay 1,100 personas que no tienen acceso al agua, y que 10 mil personas mueren cada día por la falta de ella, particularmente niños de las regiones más pobres.
Arrojo, quien es Premio Goldman 2003 (equivalente al Nobel en lo que respecta al medio ambiente), señaló que uno de los retos es poner la ética en su lugar y "hacer las paces con la naturaleza en el siglo XXI, con ríos, incluido el río Santiago". Además, señaló que la importancia de trabajar en que el acceso al agua sea un derecho humano.
Por último, el académico de la Universidad de Zaragoza dijo a los alumnos que lograron el reconocimiento que "cuando el ser humano es capaz de reunir la razón con la emoción, somos capaces de cualquier cosa buena".
En la entrega de los reconocimientos Juan Luis Orozco, SJ, Rector del ITESO, dijo que "si queremos resolver el problema de la justicia, es necesario que asumamos tres tareas fundamentales que posibilitan la posible instauración de la justicia en el mundo".
La primera responsabilidad, dijo, es "conformar una manera de ser humano nueva y distinta a la actual. Esto significa que las mujeres y los hombres dejemos atrás el miedo, la inseguridad, la precaución excesiva frente al qué dirán y que nos animemos a ser libres, a servir sin reservas, a vivir en comunión con los demás, más allá de las relaciones puramente destinadas a quedar bien o a congraciarse con los que tienen alguna influencia o poder, a prestar atención a lo que nos rodea para hacer de este mundo un hogar para los seres humanos".
La segunda tarea que refirió es "integrar nuestra existencia en torno a convicciones que promuevan los valores que nos hacen verdaderamente humanos. Esto no quiere decir que veamos al mundo con temor o con miedo. Más bien se trata de descubrir en él las oportunidades que tenemos para crecer como personas, para promover el desarrollo de los grupos y de las naciones, para trascender los logros materiales y alcanzar la concordia entre nosotros y la armonía con la naturaleza".
En tercer lugar habló de "crear una conciencia de la humanidad. Es decir, hacer cada vez más patente que somos parte de una unidad, que el género humano es uno y que, por tanto, debemos terminar con las discriminaciones, las exclusiones, los rechazos, las opresiones y las dominaciones a las que son sometidos muchos seres humanos. Todos somos co-responsables de todos".
Atención a migrantes
Con el Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) intensivo de verano "Fortalecimiento institucional a Belén Posada del Migrante, en Coahuila", con sede en la ciudad de Saltillo, se creó un método de inducción y manuales para el trabajo de los voluntarios, de tal modo que se logró fortalecer la atención que se da en la posada a los migrantes.
Los alumnos participantes fueron Alejandro Garza García, de Relaciones Industriales, y Omar Contreras Alférez, de Ingeniería Industrial, mientras que Heriberto Vega Villaseñor, integrante del equipo de Centro Universitario Ignaciano (CUI) fue el responsable del proyecto y Juan Antonio Ortiz Valdez colaboró como asesor.
De acuerdo con Garza, "la idea de la inducción era reducir el tiempo de adaptación a las actividades de la casa. Había personas que tardaban hasta cuatro meses en adaptarse al sistema de cómo funcionan las cosas, cómo trabajan los migrantes, entre otras. Se tuvo la oportunidad de aplicarlo a los voluntarios que venían por un año y en cuatro días ya estaban trabajando perfectamente bien".
Otras de las actividades que se realizaron para que esta capacitación fuera exitosa, incluía una contextualización sobre la migración, la elaboración de manuales de inducción, la historia de los países centroamericanos para que se entendiera por qué, por ejemplo, la situación de los migrantes procedentes de esos países, además de tener conocimiento de lo que viven en su paso por México.
La casa de migrantes pertenece a un proyecto más amplio llamado Fronteras con Justicia, que a su vez está vinculado a la Diócesis de Saltillo. De acuerdo con Vega, se atiende a los migrantes a la hora que llegan, se les da comida, se les ofrece atención médica y se trata de estar alerta las 24 horas del día.
El académico comentó que este reconocimiento cae muy bien a la casa ya que "un centroamericano que trabajaba en un negocio en Saltillo, fue acusado de haber asesinado a la patrona y dejar herido a otra persona. Es alguien que no pasó por la casa y por el hecho de ser centroamericano se generó una ola de odio hacia los migrantes y particularmente contra la casa. A partir de agosto ha habido una serie de ataques: apedrearon la casa, rompieron el medidor de luz, destruyeron el transformador; ha habido grupos de jóvenes que van a las villas con piedras y palos para cazar migrantes, parece ser que todo eso ocurre con la complicidad de las autoridades".
Un techo para Tabasco
Cinco comunidades afectadas por las inundaciones de 2007 acontecidas en el estado de Tabasco fueron beneficiadas por el proyecto "Ponle un techo a Tabasco", coordinado desde el voluntariado Manos Solidarias, en colaboración con instancias de los gobiernos federal y estatal de esa entidad, y con la comunidad Plátano y Cacao.
Los alumnos reconocidos por su participación en el proyecto son: Diego Torres Guízar, Leticia López Domínguez, Javier Velasco Valdovinos, Rafael Barragán Horn, Enrique Rivera Valdivia y Rebeca López Vera Martínez, de Arquitectura; Raúl Mora Ríos y Diego Ibarra Cobián, de Administración de Empresas; Eduardo Ruiz Vargas, de Ingeniería Industrial; Claudia Alejandra Galindo Díaz del Castillo, de Ingeniería Ambiental, Hazael Ayala, de Psicología; Lucía Raquel Nuño Quintana de Diseño; Roberto Pérez León y Manuel Santiago López Pérez, de Ingeniería Civil. Los responsables del proyecto fueron Heberto Alejandro Morales Armenta, egresado de Arquitectura y María Cristina Barragán Salín, del Centro Universitario Ignaciano. El asesor fue Roberto Olivero Maqueo, SJ.
De acuerdo con Barragán "se trata un proyecto de construcción de vivienda en la región afectada por las inundaciones de 2007 que se hizo como respuesta a la solicitud de apoyo de los jesuitas que atienden la parroquia en Plátano y Cacao, quienes luego de la emergencia de las inundaciones hicieron un diagnóstico. La vivienda era parte de las áreas que ven prioritario atender para que la gente vuelva a la calidad de vida que tenía en sus comunidades. Desde el Centro Universitario Ignaciano del ITESO (CUI), pedimos apoyo a Tu Techo Mexicano de Occidente para atender la construcción de la vivienda allá y trabajamos en conjunto con organizaciones, fundaciones, instituciones, grupos, gobierno federal y el estatal de Tabasco, y otras universidades".
Durante todo el año 2008 se dio el mayor impulso al proyecto, y se construyeron 50 casas, ubicadas en las comunidades de Cucuyilapa, Plátano y Cacao (cuarta sección), La Corregidora (quinta sección) y La Estancia Vieja, las cuales fueron estrenadas durante el verano de 2009.
Menciones Honoríficas
Además de los reconocidos, hubo dos proyectos, un PAP y un voluntariado, que recibieron menciones honoríficas.
El PAP "Clínica de atención psicológica" consistió en ofrecer atención y seguimiento al trabajo profesional de los alumnos, en un ámbito delicado como la atención y el manejo del dolor humano personal. Se le distinguió a este proyecto porque hubo una relación entre la formación técnico profesional y el involucramiento y aprendizaje personal de los alumnos.
Los estudiantes que participaron en este PAP son Eduardo Aguirre, Luz Garduño, Angelina González, María Fernanda Jiménez, Ricardo Madriz, Héctor Muskus, Margarita Villalobos, Germán Sastre, Alina Velasco, Beatriz Orozco y Ricardo Robles. Los responsables fueron María Luisa González y Abraham Godínez.
El Voluntariado "Baños secos en Tatei Yurienaka: alternativa sustentable en un contexto intercultural", desarrolló una metodología de trabajo en la se dio el involucramiento de la comunidad, el principio ignaciano de proponer y no imponer se concretó.Paulina Barreto, Marco Gutiérrez y la responsable del proyecto, Rocío Martínez, del CUI, fueron reconocidos por esta labor.
Desde hace 15 años se instituyó en la universidad el Reconocimiento Pedro Arrupe, SJ. A través de él, se fortalecen los proyectos universitarios con impacto social, los que promueven el sentido solidario y el desarrollo de competencias socio-profesionales en favor de la democracia, el desarrollo y la equidad social.
Foto: Luis Ponciano